Después de leer los blogs de muchas personas que cuentan sus experiencias de viajes, llegué a la conclusión de que, más allá de poder compartir con los otros nuestras experiencias personales, los blogs son útiles en función de su carácter de diario, de bitácora, no sólo de viaje, sino de vida. Es una forma de fotografiar el instante que alguna vez pensamos y que, como todo instante,nunca se repite. Por eso abrí este blog. Y sé que este albúm con mis experiencias y mi forma de ver el mundo ya pasará a otro nivel, a uno en que ya no es mío, sino del que lo vea, del que encuentre en él aunque sea una foto linda, un buen pensamiento, algo que valga la pena.Ya esto no será mío, sino de la colectividad. Puede sonar muy pomposo, pero al final es así. Todo lo que tocamos se impregna para siempre de nosotros y es posible que alguien encuentre en ese rastro algo valioso. Y al final, eso es lo único que perdura.