viernes, 1 de octubre de 2010
Chiloé: islas de leyendas y de historia
La primera semana de 2010 tomamos un bus para hacer el viaje más extenso de nuestro recorrido en Chile.Nuestro destino final:Chiloé.Partiendo desde Santiago en un bus que tardó unas 12 horas consecutivas,llegamos con el nuevo día a lo que era una de las primeras paradas que planeamos en nuestro recorrido,una ciudad que se llama Puerto Montt.Es allí,o más específicamente en el puerto de embarque de la bahía de Angelmó en el que se toman los ferrys que atraviesan el Canal de Chacao y que transportan gente y autos hasta Chiloé.
En esta ciudad no nos detuvimos mucho,pues sólo buscamos unos baños,un lugar dónde desayunar y curioseamos un poco el mercado de artesanías de Angelmó,que recién abría.Nos compramos una vincha para el pelo de Kami y un gorro de lana para mi,muy baratos ambos,hechos de lana de oveja tejida a mano por los artesanos del lugar y que nos fueron de muchísima utilidad durante este viaje, y luego,en nuevos viajes que vendrían.Tomamos el ferry en cuánto pudimos y atravesando el canal,desembarcando en unos 20 minutos en Chiloé.En ese momento,ya estábamos a 1 196 km al sur de Santiago.
La gran isla de Chiloé es la segunda isla más grande de Sudamérica y forma un archipiélago con numerosas islas mucho más pequeñas que la rodean.Mide 9 181 km cuadrados, prácticamente el tamaño de la provincia de Limón,Costa Rica.Algunos científicos aseguran que es en esta isla dónde se originó la papa,que luego se extendió por todo el mundo,y no sería extraño pues aquí existen más de 400 variedades distintas de ese tubérculo.Otro dato interesante de esta isla es que aquí termina uno de los ramales de la carretera Panamericana que inicia en Alaska.
Con un clima que nos favorecía,esperamos en la entrada de la isla (en este sitio no hay prácticamente nada de comercio,ni vive gente),hasta que llegó un bus que llevaba hasta Ancud,nuestro próximo destino.Fue en la entrada de Ancud donde vimos los famosos palafitos,unas casas construidas casi sobre el mar,sostenidas por numerosos pilotes de madera y pintadas de muchos colores,como las de Valparaíso.
A esas alturas del día, pueden imaginarse lo cansados que estábamos.Ya llevábamos más de 18 horas de dormir y viajar en buses y cargar mochilas.Estábamos más ansiosos por buscar un lugar para dormir que cualquier otra cosa.Y cómo preguntando se llega a Roma y esa es la labor estrella del mochilero,encontramos.
A un par de kilómetros devolviéndonos desde el centro de Ancud llegamos a un sitio en que alquilaban para camping.Topamos con la suerte de que no había nadie más en el sitio,entonces nos dejaron usar un ranchito con cocina de leña y baño por el mismo precio.Allí cocinamos y tendimos nuestros sacos de dormir.El lugar tenía una excelente vista de la bahía de Ancud,pero con las horas el clima se fue empeorando.
Al otro día tomamos un bus a Ancud hasta una ciudad llamada Castro,la capital de la isla la cual ni conocimos,pues nos pareció demasiado crecida en gente y comercio para lo que andábamos buscando.En la terminal de allí se nos presentó la duda....¿hacia adónde seguimos?.Teníamos las mochilas repletas al hombro,llovía a cántaros,no teníamos adónde llegar...
Preguntamos como estaba el clima más al sur de la isla,supimos que salía un bus hacia un lugar llamado Dalcahue en pocos minutos,compramos los tiquetes y listo!!.
Una hora después estábamos descendiendo del bus.Buscando quién nos diera información de opciones baratas de alojamiento,pasamos frente a una casita de estilo chilote que tenía un cartelito que decía "se alquilan habitaciones".Nos alojamos allí porque era justo lo que buscábamos.Era la casa de una señora muy amable y sencilla que junto con su esposo se habían quedado en su casa con muchas habitaciones vacías al crecer sus hijos.Así es que uno compartía la casa con ellos y el jardín también lo arrendaban para camping.Otra ventaja era que,por el mismo precio,podíamos utilizar la cocina de la casa para hacer nuestra propia comida.
Después de acomodarnos,salimos a conocer el mercado de artesanías de la localidad y su iglesia,pero de eso les contaré luego...
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Uuuui esa mochila gitana!!
ResponderEliminarJuro que no vuelvo a salir así por el mundo jajaja
Te amo!!